viernes, 20 de julio de 2012

He tenido como se tiene siempre en los comienzos de un trabajo, y como por otro lado, suelo tener siempre, una semana de mucha tensión... Y qué felicidad. Los dos últimos días he estado en Barcelona y he decidido quedarme el fin de semana para pasarlo con mis hijas... Tenía un tiempo tras la comida y he decidido tumbarme a leer en la piscina del hotel. Acabó mi descanso. Una familia con niños... He pensado qué ricos, qué estupenda imagen papá gallo, mamá gallina, niña y niño pollitos. Todo empezó poco a poco a ponerse feo. Primero expulsaron a un madurillo que no sabia que lo era o pensaba que a fuer de enmorenarse perdería años y se retorcía el calzoncillo para dejar cada vez má expuesto al sol sus glúteos casi mulatos. Después ha venido lo del ahogo... No he tirado a ningún niño. Ya he dejado bien claro que me gustan los niños... No he sido yo ni el aprendiz de mulato. Tampoco sus padres. Ha sido el niño (la niña sabía nadar), ha sido el niño el que se ha tirado al agua y ha estado a punto de ahogarse, eso sí en presencia de sus padres que, uno desde dentro ya y la otra que estaba fuera y en un segundo (mejor dicho en tres, porque primero ha gritado al marido que estaba bañándose)han salvado al niño que ha llorado. Ellos se han inmutado poco. Al menos no han hecho como hubieran hecho muchas parejas, no se han culpado mutuamente... Y entonces por qué digo que no aguanto a los niños? Ni a ellos ni a los mayores que gritan. Ni a los niños que hablan a voces, ni a los padres que en lugar de acallarlos o como poco calmarlos se disponen a imitarlos... No aguanto a los niños que dicen tacos ni a los padres que para que los niños no lo hagan todavía más a conciencia prefieren callarse en lugar de reprenderlos. No aguanto a los niños que se tiran a lo bestia en las piscinas públicas. Ni a los que comen sin sentarse a la mesa. Ni a los que comen con las manos... Ni a los que gritan máma y pápa y siguen haciéndolo el resto de su vida... No los aguanto... Y ahora que lo pienso qué culpa tienen las criaturas. A quienes no aguanto es a los padres que los educan tan mal... (qué dura manera de abrir un blog)

1 comentario:

  1. Pues no puedo estar más de acuerdo! Y la excusa de muchos de 'son niños' tampoco sirve porque esa excusa va sin el adjetivo: sí, son niños pero niños maleducados. Y sí, quienes deberían educarlos sin excusas son sus padres.
    Felicidades por la nueva andadura!

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